Existir, en cualquiera forma, ¿Qué es éso? (Todos vamos, girando y girando, y siempre volvemos allá,) Si sólo hubiese desarrollado una almeja en su endurecida valva, esto sería bastante. La mía no es valva endurecida; Poseo hilos conductores rapidísimos por todo mi ser, ya esté quieto o en marcha, Se apoderan de las cosas todas e intactas las llevan a través de mi ser. Sólo rozo, palpo, siento con mis dedos, y soy feliz; Tocar mi cuerpo a el de otra persona es algo que apenas puedo soportar.
Afterword
Epílogo
Un director de teatro iraquí una vez me dijo en una visita a la ciudad de Nueva York que él a propósito chocaba con diversas personas en la vereda para evaluar sus reacciones. Los americanos, concluyó siempre piden disculpa –una observación que hubiese sorprendido a Whitman, quien muy posiblemente no hubiese pedido perdón, y podría a lo mejor haber sorprendido al extraño abrazándolo. “Oh, saborea y ve que el Señor es bueno”, dice el Salmista –un imperativo que Whitman sigue conforme a sus propias luces en este salmo del yo democrático, sustituyendo Vida por el Señor, viendo las cosas en esta sección a través de la agencia del tacto, saboreando el mundo. Él no se aparta de nadie.
No mucho después de mi conversación con el director en Bagdad, viajé a Kurdistán, en el norte de Iraq y durante una mañana en un paseo por un valle verde a raíz de lluvias primaverales, a las afueras de una villa que estaba ubicada entre dos austeras cadenas de montañas, mi amigo de golpe dio un frenazo evitando lo que yo pensé ser una roca grande. Allí en medio de la ruta estaba una tortuga (nacida por lo que yo infiero durante la vida de Whitman), totalmente inconciente del tráfico, o al menos eso es lo que parecía, su cabeza apenas saliendo de su caparazón. “La mía no es valva endurecida”, dijo el poeta, traduciendo cada una de sus sensaciones en un canto. Mi amigo y yo miramos a esa hermosa criatura, emparentada con la “quahaug” y el molusco y en realidad con cada forma de vida, cada una parte del todo al cual todos nosotros pertenecemos desde el comienzo y el después; porque teníamos otro lugar a donde ir, seguimos manejando.
—CM (Traducción L. A. Ambroggio)
Question
Pregunta
La mayoría de los idiomas poseen cierto grupo de imágenes que relacionan a los seres humanos con almejas u ostras u otras criaturas cubiertas. En inglés, decimos que alguien que no va a hablar, que ha “cerrado el pico”. Una persona tímida se puede “retirar a su caparazón”. ¿Cuál es el valor de estas figuras del idioma? ¿Es la suposición de Whitman de que los seres humanos viven en una piel que es continuamente sensible al mundo, verdad de acuerdo a tu experiencia o también son importantes los caparazones imaginados?