¡Tú, mar! Me abandono a ti también--adivino lo que propones, Desde la playa veo tus encorvados dedos invitantes, Creo que rehusas alejarte sin haberme acariciado; Debemos hacer juntos una vuelta; me desvisto, llévame pronto hasta perder de vista la tierra, Amortíguame, méceme en ondulante modorra, Salpícame de amoroso líquido; te puedo reembolsar. Mar de desplegadas olas, Mar respirando largos y convulsivos respiraciónes, Mar de la sal de la vida y de las tumbas, siempre prontas, que ninguna pala abre, Rugidor y raspador de las tempestades, mar caprichoso y delicado; Yo soy íntegro contigo, yo también soy de una faz y de todas las fases. Participador en flujos y reflujos soy yo, loador del odio y de la paz; Loador des amies y de los que duermen abrazados. Yo soy quien atestigua la simpatía, (¿Haré el inventario de las cosas en mi casa, y omitiré la casa que las contiene?) No soy solamente el poeta de la bondad; no rehuso ser también el poeta de la maldad. ¿Qué charlatanería es esta, acerca del vicio y de la virtud? El mal me impulsa, la reforma del mal me impulsa; yo me mantengo indiferente, Mi modo de andar no es el de un censor ni el de un reprobador, Yo riego las raíces de todo lo que ha crecido. ¿Tuvisteis temor de alguna escrófula, traído del embarazo interminable? ¿Suponíais que las leyes celestiales están todavía asuntos pendientes y que aún pueden ser rectificadas? Hallo equilibrio en un lado y equilibrio en el lado antípodo; Las doctrinas blandas me ayuden tan frecuentemente como las doctrinas firmes; Los pensamientos y hechos actuales son nuestro despierto y arranque, Este minuto de ahora--que me viene a través de millones de los precedientes-- No hay mejor que él y ahora. Lo que se conducía bien en el pasado, o que se conduce bien actualmente--estos no son una maravilla; La maravilla, siempre y siempre, consiste en que pueda haber un hombre cruel o un impío.
Afterword
Epílogo
El poeta, diplomático y Premio Nobel francés, Saint-John Perse (1887-1975) compartía con Whitman su fecha de cumpleaños— 31 de Mayo— y mucho más: una infancia isleña, una visión expansiva, un verso poético largo (aunque Perse era cuidadoso en distinguir sus complejidades métricas de los versos libres de Whitman), un afecto por el vocabulario científico, un amor por la historia y movimiento, enumeración y renovación, naturaleza y los elementos, especialmente el mar. En verdad, la obra maestra de Perse, Amers (Seamarks), podría ser leída como una meditación sobre la Sección 22 del “Canto de mí mismo” –un ensayo con la longitud de un libro sobre lo que significa “estar integrado” con el mar, ser partícipe del “flujo y reflujo”, menguar y fluir y surgir en cada esquina de la vida. Es difícil sondear las profundidades oceánicas de Perse sin oír también los “alientos amplios y convulsivos del mar respirando” de Whitman –que son quizás las unidades de medida para ambos poetas. Porque los movimientos de la marea del mar, como los movimientos de la mente sumergida en una reflexión profunda, en el ardor del deseo, en el desconcierto y el dolor, apuntan a la vastedad del universo, que era para estos poetas una fuente de curiosidad interminable.
Una vez, yo miraba a los leones marinos nadando en el zoológico del Parque Central, haciendo piruetas lentamente debajo del agua en el tanque fabricado especialmente para ellos, dando vueltas deslizándose en una tarde de invierno, luego apareciendo y buceando y saltando sobre las rocas, y sentí en mi cuerpo un tipo de gracia, que a partir de mi intención sobre las fuerzas de la naturaleza y mi lectura de Whitman y Perse, me hicieron pensar que estamos conectados de una manera que nunca entenderemos. Yo supe bajo mi piel cómo mantenerme caliente en el día más frío y retener mi respiración por un largo tiempo, cómo medir los efectos de las diferentes fases de la luna; cómo moverme “en una ondulante modorra” y reembolsar los regalos que el amor nos ha concedido.
—CM (Traducción L. A. Ambroggio)
Question
Pregunta
¿Qué quiere decir Whitman cuando nos dice que el “mal lo impulsa” y la reforma del mal lo impulsa y que él se mantiene “indiferente” ante esta distinción? ¿Cómo pueden ambos el mal por sí mismo y la “reforma” del mal alimentar este poema? ¿Quién decide qué es “malo” en este mundo y quién decide qué “males” necesitan ser reformados? ¿Son las “maldades” de algunas personas las virtudes de otras? ¿Qué pasa cuando las acciones que algunas personas creen que las llevarán al cielo resultan ser las mismas acciones que otras personas creen que te llevarán al infierno?