Soy el poeta del Cuerpo y soy el poeta del Alma; Los placeres del Cielo me acompañan y las torturas del Infierno me acompañan; Los primeros yo injerto y multiplico en mí; los segundos los traduzco en una lengua nueva. Soy el poeta de la mujer tanto como el poeta del hombre, Y digo que es tan grande ser una mujer como ser un hombre, Y digo que nada hay más grande que la madre de los hombres. Yo canto el canto de la efusión y del orgullo; De suplicacón y deprecación ya hemos tenido bastante; Muestro que la grandeza no es sino desarrollo. ¿Habéis sobrepujado a los demás? ¿Sois el Presidente? Es una bagatela; cada cual debe ir más allá de eso, y avanzar siempre. Soy el que camina con la dulce y creciente noche; Llamo a la tierra y al mar semienvueltos por la noche. ¡Ciñete a mí, noche de desnudos senos--noche magnética y nutricia! ¡Noche de vientos del Sur--noche de los astros, pocos y grandes! Silenciosa noche, cabeceando--loca, desnuda noche estival. ¡Sonríe, tierra voluptuosa de frescos hálitos! ¡Tierra de los árboles adormecidos y líquidos! ¡Tierra de la despedida puesta del sol--tierra de cumbres neblinosas! ¡Tierra de la vítrea cascada tenuemente azulada del plenilunio! ¡Tierra de rayos y sombras, abigarrando a las ondas del río! ¡Tierra del gris límpido de las nubes, más brillante y claro por mí! ¡Tierra volante, de codos amplios; tierra fértil de flores del manzano! Sonríe, pues tu amante viene. Pródiga, me has dado el amor--¡Por eso yo te doy el amor! Oh amor indecible, apasionado.
Afterword
Epílogo
El poeta del cuerpo, aclamado en la sección previa como “ansioso, grosero, místico, rudo”, ahora se propone “traducir a una nueva lengua” no sólo los placeres y dolores de la ultratumba sino también la experiencia y sabiduría de mujeres y hombres. El tema es la unión –de amantes, de la tierra y el mar, de la oscuridad y la luz- y en el polo magnético de este poema la atracción lo es todo. La noche se acerca, alimentando la imaginación y la tierra soñolienta se debilita para clarificarle al poeta la idea de que vamos en una carrera no contra el tiempo sino hacia el reconocimiento de que vivimos en un presente eterno, en el que una cosa llama a la otra. No hay ganadores ni perdedores en este revoltijo de actividades, esta unión de parecido y no parecido, solo incremento y afecto. Cada uno va a llegar a la meta, que también es el comienzo, en el momento que le corresponda –que es ahora.
Traigamos a colación el Hijo Pródigo, en una inversión de la parábola del Nuevo Testamento; él confiere su amor en el poeta que se parece a Dios, quien a su vez responde con su “indecible, apasionado amor” recordándonos que en la concepción de Whitman del universo nada está prohibido –incluso en ediciones posteriores del poema él sacó el pareado explícito con que concluía la primera version: “El que empuja me tiene apretado y yo lo aprieto/Nos herimos uno al otro como el novio y la novia se hieren uno al otro” . Este conocimiento doloroso es el prerrequisito para que el poeta llegue a ser un navío de aquí a tres secciones, de todas las “largas tontas voces” del pasado, presente y futuro, que va a llamar al escenario de su imaginación poética- y que con el tiempo serán nuestras. Escuchen.
—CM (Traducción L. A. Ambroggio)
Question
Pregunta
¿Qué quiere decir Whitman cuando escribe: “Muestro que la grandeza no es sino desarrollo”? En esta sección el poeta quiere “dilatar”, expandir, hasta ser lo suficientemente grande para imaginarse a la tierra misma como amante. ¿Qué implica el que se necesite un “desarrollo” al para que esta dilatación del yo tenga lugar? ¿Ayuda el saber que “desarrollar” proviene de raíces etimológicas que significan “descubrir”, “desenvolver”, “revelar”?