Prefacio

"Afar down I see the huge first Nothing..."
" Afar down I see the huge first Nothing..."  

Cloud/negative (Matson Photo Service, 1940)

Prólogo 
Sección 44

Anteriormente en la sección 23, Whitman se regocijaba sobremanera con los logros científicos de su tiempo: “¡Hurra a la ciencia positiva!”.  En aquella sección, nos dijo que “Acepto la Realidad y no me atrevo a discutirla; /El materialismo, al comienzo y al fin imbuyendo”. En estas secciones posteriores, vemos más claramente las implicaciones de aquellos pronunciamientos anteriores, Hemos visto cómo ha desarrollado una fe a partir de un entendimiento particular del “materialismo” –que el alma o la fuerza animadora de lo que llamamos “vida” está presente sólo en materiales y que la vida existe sólo en el momento presente en el que vivimos. Las entidades de fisicalidad encarnada del mundo cargan literalmente el pasado y el futuro, que existe solamente como manifestaciones pasadas o por venir del presente. Así, en la sección 44, un canto clave en el poema, el poeta explica todo esto con más detalle, comenzando con su invitación maravillosa: “Ha llegado la hora de que me explique – levantémonos”.  Solamente al levantarnos todos nosotros el poeta se puede explicar a sí mismo: su identidad está total e íntimamente ligada a la nuestra.

Las criaturas dotadas de sentidos siempre y sólo conocen el momento presente, lo que indica el reloj. Pero si nosotros “removemos” “lo conocido”, podemos tener una indicación de “eternidad”, un vislumbre de las vastas, interminables travesías que han hecho los materiales que nos componen, y las vastas, interminables travesías que aún les queda por recorrer. Whitman aquí acoge los avances en geología, astronomía, evolución, química, y otras ciencias, para retratar las inmensas cantidades de tiempo y espacio previamente impensables que las nuevas concepciones del universo han demandado y revelado. Como resultado de ello, los términos científicos y matemáticos,  como “trillón” se infiltran en los límites de la poesía aquí, y Whitman comienza a trinar “los trillones de inviernos y veranos” que han pasado y pasarán, imaginándose los materiales que los componen como un “embrión” que ha pasado a través de eones de tiempo, y se da cuenta que él (como todos nosotros) es el propio ser que el tiempo universal ha estado moviendo hacia adelante, porque todas esas transformaciones vastas de la materia han cosechado el “nosotros” del momento presente: nosotros somos el logro máximo, la “cumbre” del trabajo de trillones de años, y somos “el guardián de cosas que serán”. Quién sabe qué llegaremos a ser en los presentes, aún no alcanzados, nosotros y las cosas animadas e inanimadas, las cosas de este mundo, esta galaxia, este universo, tal como existen en este momento.  

Así Whitman  escudriña “muy lejos abajo” al “enorme Vacío primordial”, lo que llamaríamos el “Big Bang (la gran explosión)” y sabe que todo lo que es ya existía allá. Retrata a un universo solícito y que cría llevando sus átomos a través de grandes distancias, formando una tierra sólida de una bruma “nebulosa”, plantando sus átomos de carbón profundamente dentro de “Los lentos estratos geológicos” para tenerlos bajo custodia, como los “vastos vegetales” y los  dinosaurios  fueron prensados en combustibles fósiles que aún extraemos para convertirlos en energía y movimiento. Incluso introduce a los dinosaurios por primera vez en la poesía (los dinosaurios habían sido descubiertos sólo unas décadas antes de que Whitman escribiera este poema, y la palabra era aún nueva; sólo avances en arqueología y teorías de la evolución facilitaron el tiempo necesario para permitir una explicación racional de lo que fueron los fósiles dinosáuricos), y él se imagina una forma anterior de sí mismo como si hubiese sido un huevo cuidado en la boca caliente de “monstruosos saurios” (los científicos creyeron por un tiempo que los reptiles de sangre fría mantenían calientes a sus huevos guardándolos en las bolsas de sus mandíbulas). El poeta ha subido los escalones de la evolución, comprendiendo que cada escalón es tan importante como cada uno de los otros escalones, y ahora, en el momento presente, él encarna en su cuerpo el pasado y encarna en su cuerpo el futuro, pero, más importante aún, encarna en su cuerpo aquí y ahora su “alma robusta” –su poderosa fuerza de existencia viviente, vibrante –que él sabe pasará a otros materiales como le ha sido transferida de otros materiales a él mismo. 

—EF (Traducción L. A. Ambroggio)

Ha llegado la hora de que me explique -- levantémonos.

Mondo a lo conocido,
A todos los hombres y las mujeres proyecto adelante conmigo hacia lo 
Desconocido.

El reloj indica el momento -- mas ¿qué es lo que indica la eternidad?

Hasta ahora hemos agotado trillones de inviernos y de veranos,
Aun nos quedan trillones por agotar, y después de esos, trillones más.

Los germinales nos han traído riquezas y diversidades,
Y otros nacimientos nos traerán riquezas y diversidades.

Yo no llamo más grande a esto ni más pequeño estotro,
Lo que llena su período y ocupa su lugar es igual a cualquier otra cosa.

¿Han sido los hombres homicidas o envidiosos contigo, hermano mío, hermana 
mía?
Pues siento lástima por tí; no son homicidas o envidiosas conmigo;
Todo ha pasado tranquilo conmigo; yo no llevo la cuenta de los lamentos,
(¿Qué tengo que ver con los lamentos?)

Soy una cumbre de cosas realizadas, y yo soy el guardián de cosas que serán.

Mis pies huellan un ápice de los ápices de las estrellas,
En cada escalón hay una sucesión de edades, y sucesiones más grandes entre los 
escalónes;
Todo cuanto hay debajo he debidamente viajado, y aún asciendo y asciendo.

Ascenso por ascenso, los fantasmas se inclinan detrás de mí,
Muy lejos abajo veo el enorme Vacío primordial; sé que incluso por allá yo estaba,
Que esperaba, invisible y permanente, adormecido durante la aletargada bruma,
Y que me tomé mi tiempo, y no recibí daño del fétido carbón.
 
Por largo tiempo estaba estrechado entre brazos invisibles -- largo y largo.

Inmensos han sido los preparativos para mi ser,
Fieles y amigos han sido los brazos que me han ayudado.

Ciclos han llevado a mi cuna, remando y remando como gozosos bateleros,
Para dejarme espacio las estrellas mantenían a sus propias órbitas procesionales,
Enviaron influencias para guardar a las cosas que me mantuvieren.

Antes de nacer de mi madre, generaciones me guiaron,
Mi embrión nunca ha sido torpe; nada pudo cubrirlo.

Por ello la nebulosa se había cuajado en un orbe,
Los lentos estratos geológicos se apilaron para sostenerlo,
Vastos vegetales le dieron alimentos,
Monstruosos saurios lo transportaron en sus fauces y lo depositaron 
delicadamente.

Todas las fuerzas han actuado continuamente para perfeccionarme y para 
encantarme,
Y ahora, en este me quedo, con mi robusta alma.

Afterword

Epílogo

“Remuevo lo desconocido”, explica Whitman en esta sección, “Lanzo conmigo hacia adelante a todos los hombres y las mujeres hacia lo desconocido”. Ahora se aclara que el Yo que él canta y celebra, que contiene el todo, el individuo y el cosmos, pasado, presente y futuro, es de hecho la fuerza que gobierna el universo, impulsando la materia en todas las direcciones a través de la historia (“trillones de inviernos y de veranos”), desde el origen hasta la eternidad –que es exactamente este momento, el ahora eterno. Las preparaciones para su visión comenzaron con el “enorme Vacío primordial”, que proveyó los materiales para todo que fue y lo que será, incluyendo al creador de este poema, conectando uno y todo; sus reverberaciones van a repetirse hasta el fin del tiempo. Y este poema es un mapa de la nueva tierra que el poeta, “el guardián de cosas que serán”, está evaluando desde las cumbres más altas de todos los tiempos.

Mar abierto y sol brillante. En la bahía de Narragansett, en una réplica de una lancha del siglo XVII, mis amigos y yo estamos “remando y remando como gozosos bateleros” de Providencia a Newport, agarrando la corriente de la marea saliente más allá de los barcos contenedores y yachts y botes pequeños, llevados por un viento constante del Norte que no cambiará hasta que el sol no se pose. El timonel cuenta una historia sobre dos pescadores perdidos en la neblina en la costa: cómo remaron con sus manos congeladas en los remos hasta que uno de ellos murió de exposición, cómo su compañero colocó su cadáver en la popa como lastre y continuó hasta Newfoundland, donde las puntas de sus dedos gangrenosos tuvieron que ser amputadas; cómo más tarde en su vida, el sobreviviente remó a través del Atlántico, con remos tallados especialmente para adaptarse a sus manos deformadas…

Pregunto “¿Cómo pudo continuar?”, entre las brazadas, luego utilizo mis remos para descansar,  estimando en mi mente la distancia hasta el puente después del cual está el puerto. ¿Dos horas? ¿Tres?

La lancha pasa el tarro de las langostas, luego una boya en la que posa un cuervo marino, y después un remolino de espuma producido por la revuelta de la corriente.  El timonel sonríe. 

“Remos listos”, dice” “Y empujemos” 

—CM (Traducción L. A. Ambroggio)

Question

Pregunta

Procura rastrear, en sólo un día, todos los materiales del mundo que han llegado a ser literalmente parte de ti. Luego procura expandir ese sentido de cómo estás conectado con los materiales de este mundo, incrementando los períodos de tiempo. ¿Puedes regresar hasta los dinosaurios? ¿A ese “enorme Vacío primordial”?