Aquí hay la cena dispuesta igualmente para cada uno, aquí la carne para el apetito natural; Es la misma para el malvado tanto como para el justo; concerto citas con todas las gentes; No permitiré que ni una persona sea despreciado o dejado afuera; La manceba, el parásito y el ladrón están invitados; El negro de gruesos labios está invitado, el sifilítico está invitado; No habrá diferencias ni privilegios entre ellos y los demás. Aquí hay el apretón de una mano tímida, el olor y ligeréz de la cabellera, El contacto de mis labios con los vuestros, el murmullo del anhelo, El reflejo de mi cara en las profundidades y alturas lejanas, El meditado fusión de mí mismo, y la soltura después. ¿Suponéis que tengo algún intricado propósito? Pues lo tengo, porque las lluvias del Cuarto mes lo tienen, y la mica adherida al costado de la roca lo tiene. ¿Pensáis que quiera asombrar? ¿Es un asombro la luz de día? ¿Es un asombro la temprana estrella roja que tiembla en los ramajes? ¿Asombro yo más que ellas? Esta hora cuento las confidencias; Tal vez no las cuento a todas las personas, pero las contaré a vosotros.
Afterword
Epílogo
El “propósito intricado” de Whitman en el “Canto de mí mismo”, deletreado en esta sección durante una comida con los dejados y despreciados, es el de cambiar radicalmente nuestra visión jerárquica del mundo: a su mesa, todos están invitados, santos y pecadores y todo el resto. Lo que asombra (notar que un significado obsoleto de la palabra es “atacar con un miedo repentino”), es la confidencia que hace el poeta “la meditada fusión de mí mismo, y la soltura después”, el tema de sus actos de unión e imaginación, le ha revelado (cuándo y dónde no lo sabemos) que no hay jerarquía de valores en la naturaleza o la sociedad, no hay diferencia en la lluvia primaveral, el centelleo de mica de la luz solar, y el trino del pájaro (Redstar), para no mencionar las preocupaciones de algún invitado en la fiesta de la vida. Nadie puede hacer valer su rango por encima de otro.
La influencia de Whitman, prosódica y filosófica, en las siguientes generaciones de poetas, puede ser medida por la proliferación de las formas abiertas que caracterizan la poesía americana contemporánea y en su orientación democrática generalizada hacia el mundo, el reconocimiento que cualquier cosa literalmente puede inspirar una nueva obra. En “Lluvia de primavera”, por ejemplo, Robert Hass con la imaginación sigue la pista de una borrasca hacia varios futuros posibles –como nieve en las Sierras, como una espuela brotando a lo largo de un arroyo, diseminados por los arrendajos grises que comen las semillas, como el telón de fondo de tomar café con un amigo, el “tema no dicho” de la visita que es “la bienaventuranza de la unión y la bendición de la dispersión”. Éste es el tema de cada interacción en la experiencia humana y no humana: nos juntamos y luego nos vamos. Whitman fue quien nos enseñó cómo hacer poesía de tal hecho tan sorprendente.
—CM (Traducción L. A. Ambroggio)
Question
Pregunta
¿Cuáles son las costumbres relacionadas con dar una comida en tu cultura? ¿Hay mesas para cenar que se preparan en ocasiones especiales para otras personas además de la familia y los amigos? ¿Qué ocasiones puedes imaginar en que se necesitaría preparar una mesa “para el malvado tanto como para el justo”?