Prefacio

Whitman's two fists (photo F. Pearsall, c:a 1870)
Whitman's two fists (photo F. Pearsall, c:a 1870)

Sección 19

En la mayoría de las culturas, la mesa del comedor es un lugar sagrado, un espacio íntimo que congrega a la familia y a los amigos –aquellos que elegimos dentro de la multitud. Whitman en esta sección establece una mesa democrática y no se imagina razón alguna por la que alguien pudiera ser excluido de participar en “la cena dispuesta igualmente para cada uno”. Esta comida imaginada de Whitman es también, por supuesto, el poema en sí, otra “mesa” que ofrece un menú cordial, del que ningún lector es excluido. Los poemas, libros de hecho, son mesas abiertas, incapaces en fin de prevenir que alguien deje de participar en ellas, incluso cuando la mayoría de los libros se han escrito con una audiencia en mente.  Pero el poema de Whitman es especial porque está escrito precisamente para una audiencia que potencialmente incluye a cada uno, desde el esclavo hasta el pecador, el ladrón, la prostituta.

El poeta afro-americano del siglo XX, Langston Hughes escribió un poema respondiendo a la invitación de Whitman a una cena democrática. Titulado “Yo, también”, el poema de Hughes comienza recordándole a Whitman que “Yo, también, canto América”. Whitman, como hombre blanco, podía fácilmente declararse como la voz poética de la nación, pero Hughes sugiere que “la cena dispuesta igualmente para cada uno” de hecho no se ha llevado a cabo todavía. “Yo soy el hermano más oscuro/me regresan a que coma en la cocina/cuando llega la compañía”. Aún excluido de poder participar plenamente en la mesa democrática, el narrador negro de Hughes anticipa el día en que finalmente “estará en la mesa/cuando venga la compañía” “Yo también soy América”, concluye.  Tales poemas demuestran cómo las comunidades minoritarias de América se han animado con la invitación democrática de Whitman, al mismo tiempo que cuestionan sus declaraciones.

Un aspecto destacable de esta sección es el modo cómo Whitman ofrece una  imagen inolvidable de cada uno de nosotros leyendo el poema. Utilizando la palabra indicadora “éste” y repitiéndola cinco veces, Whitman nos llama la atención sobre este poema, esta página, este momento, cuando leemos el poema. Y proyecta nuestra presencia física, nuestra “mano tímida” mientras acaricia las palabras en la página. Sus propias palabras parecen mirar hacia arriba desde la página y ver nuestro cabello, ver nuestros labios formando las palabras (como un beso, labios sobre labios), murmurado el mensaje de unidad del poema, nuestra cara reflejando la cara de Whitman en la cara de la página Este poema, nos recuerda Whitman, es simplemente otra cosa en la naturaleza, algo que tomamos en nuestras manos y lo contemplamos con asombro. En este momento, en este acto de leer, “esta hora”, estamos solamente nosotros y el poeta, solos juntos. Withman nos dirá sus más profundas confidencias, y en este momento te las dirá solamente a ti. Pero, como la luz del día, como el trino de un pájaro, estas palabras son indiscriminadas –no discriminan- y están disponibles a los ojos y oídos de cada uno de nosotros. 

—EF (Traducción L. A. Ambroggio)

Aquí hay la cena dispuesta igualmente para cada uno, aquí la carne para el apetito 
natural;
Es la misma para el malvado tanto como para el justo; concerto citas con todas las 
gentes;
No permitiré que ni una persona sea despreciado o dejado afuera;
La manceba, el parásito y el ladrón están invitados;
El negro de gruesos labios está invitado, el sifilítico está invitado;
No habrá diferencias ni privilegios entre ellos y los demás.

Aquí hay el apretón de una mano tímida, el olor y ligeréz de la cabellera,
El contacto de mis labios con los vuestros, el murmullo del anhelo,
El reflejo de mi cara en las profundidades y alturas lejanas,
El meditado fusión de mí mismo, y la soltura después.

¿Suponéis que tengo algún intricado propósito?
Pues lo tengo, porque las lluvias del Cuarto mes lo tienen, y la mica adherida al 
costado de la roca lo tiene.

¿Pensáis que quiera asombrar?
¿Es un asombro la luz de día? ¿Es un asombro la temprana estrella roja que 
tiembla en los ramajes?
¿Asombro yo más que ellas?

Esta hora cuento las confidencias;
Tal vez no las cuento a todas las personas, pero las contaré a vosotros.

Afterword

Epílogo

El “propósito intricado” de Whitman en el “Canto de mí mismo”, deletreado en esta sección durante una comida con los dejados y despreciados, es el de cambiar radicalmente nuestra visión jerárquica del mundo: a su mesa, todos están invitados, santos y pecadores y todo el resto. Lo que asombra (notar que un significado obsoleto de la palabra es “atacar con un miedo repentino”), es la confidencia que hace el poeta “la meditada fusión de mí mismo, y la soltura después”, el tema de sus actos de unión e imaginación, le ha revelado (cuándo y dónde no lo sabemos) que no hay jerarquía de valores en la naturaleza o la sociedad, no hay diferencia en la lluvia primaveral,  el centelleo de mica de la luz solar, y el trino del pájaro (Redstar), para no mencionar las preocupaciones de algún invitado en la fiesta de la vida. Nadie puede hacer valer su rango por encima de otro.

La influencia de Whitman, prosódica y filosófica,  en las siguientes generaciones de poetas, puede ser medida por la proliferación de las formas abiertas que caracterizan la poesía americana contemporánea y  en su orientación democrática generalizada hacia el mundo, el reconocimiento que cualquier cosa literalmente puede inspirar una nueva obra. En “Lluvia de primavera”, por ejemplo, Robert Hass con la imaginación sigue la pista de una borrasca hacia varios futuros posibles –como nieve en las Sierras, como una espuela brotando a lo largo de un arroyo, diseminados por los arrendajos grises que comen las semillas, como el telón de fondo de tomar café con un amigo, el “tema no dicho” de la visita que es “la bienaventuranza de la unión y la bendición de la dispersión”. Éste es el tema de cada interacción en la experiencia humana y no humana: nos juntamos y luego nos vamos. Whitman fue quien nos enseñó cómo hacer poesía de tal hecho tan sorprendente.

—CM (Traducción L. A. Ambroggio)

Question

Pregunta
¿Cuáles son las costumbres relacionadas con dar una comida en tu cultura? ¿Hay mesas para cenar que se preparan en ocasiones especiales para otras personas además de la familia y los amigos? ¿Qué ocasiones puedes imaginar en que se necesitaría preparar una mesa  “para el malvado tanto como para el justo”?